La elaboración de embutido artesanal y la conservación mediante sal se data del año 3.000 a. De C., aunque la elaboración en sí es una tradición que se remonta a tiempos del siglo XV. Si bien en aquella época la matanza de animales se podía realizar directamente en las ciudades, la crianza y matanza de los cerdos eran más propias de las villas exteriores, llevándose a cabo allí mismo la matanza y elaboración de los diferentes embutidos.
La introducción de la industrialización del siglo XIX permitió que su venta y apertura a la mayoría de la población aumentara exponencialmente, aunque la elaboración, en casos como la de Sararols, se mantuvo de manera completamente tradicional.
La irrupción de la tecnología en el siglo XX aportó, sin lugar a dudas, la confirmación de la alta calidad de estos embutidos, así como las inspecciones rigurosas y la mejor conservación. Como anécdota que siempre nos gusta recordar, es necesario saber que la primera cámara frigorífica de Granollers fue la de Sararols. Una demostración más de que siempre hemos sido pioneros en cuanto a la tecnología en el sector de la alimentación. Venidos específicamente de Dinamarca, montaron e instalaron una cámara frigorífica que nos permitió vender en verano cuando las otras tiendas no podían vender a causa del calor, siendo uno de los momentos de mayor expansión de nuestro negocio. Hablamos del año 1916, cuando ni siquiera nuestra calle tenía su nombre actual.
En Sararols hemos mantenido estas costumbres tradicionales desde 1.912, pasándolas de generación en generación, con técnicas de antes pero adaptándonos a los nuevos tiempos. De esta manera podemos estar seguros de poder ofrecer productos de extraordinario sabor y calidad, así como la garantía y calidad en conservación en todos nuestros productos.